Hay momentos de horizontes infinitos
que la vida intenta quemar,
algo que ocurrirá, pero no importará
podrán cambiar la realidad,
mas el destino será fiel a su muerte.
Se pierden lentamente los sentidos
y todo le es posible a la vida
por el desvío de los ciegos a la realidad,
y la inocencia de los dementes sin causa.
Se agotan los días,
las almas se mudan de piel,
los caminos esquivan espinas,
y la razón de lo inexistente aún respira
Un aire de sombras no puede saciar
desilusiones de lo prohibido, de lo perdido,
sin esperanzas para una nueva auditoría,
suspirando tras horas inmóviles por lo innegable de la vida.